MINICRUCERO COSTA ATLANTICA: Primeras impresiones

Crucero tipo, “sube baja”, por el que cada puerto es punto de embarque y desembarque, lo que tiene la ventaja de dejar embarcar a gente que vive lejos de los puertos principales, y permite ingresos adicionales. Soy un gran defensor de la idea, porque aparte de esto, dosifica las muchedumbres. En estos casos, tiene un simulacro curioso. Largo tedioso, y trufado con videos sobre las particularidades de la nave. Poco a poco el Altantica se va alejando de la costa española, con una ocupación del 80%. No nos engañemos, ha pasado mucho tiempo, que los cruceros generalistas siendo productos óptimos para pasar una vacaciones económicas no cabe tener pretensiones, sobre todo por sus tarifas absurdas.

¿Calidad y coste íntimamente integrados?. Creo que sí. O sea, lo que quiere la mayoría de los pasajeros primerizos; los que buscan precio, y una experiencia agradable para sus vacaciones con el marchamo Costa. Seamos justos, la industria es lo que es, y los precios también.

La primera cena fue muy agradable, y hasta suculenta, con nuestras camareras haciendo verdaderas esfuerzos para servir casi de forma perfecta, con una sonrisa, un número excesivo de mesas en un restaurante, que celebraba la noche italiana; significa esto un menú con clara influencia del país trasalpino, y camareros que sacan a bailar a los pasajeros, en una costa-conga (tipo Pullmantur conga, pero con clásicos italianos, aunque con similar dinámica); además baile de camareros y servilletas ondeando. Tras eso, tuvimos la primera sorpresa.

El artista invitado había perdido el avión y habría improvisación en el show. Me temí lo peor. Improvisar es malo en un mini barato. “Talent show”; que es el típico espectáculo formado por tripulantes, que demuestran sus habilidades. La verdad es que resultó vistoso, y con una tripulación entregada.

Es impresión mía, o las bebidas han subido desde que hay bono “All Inclusive”?. Cierto, que es obvio, que debe haber un equilibrio entre precio bajo del crucero y necesidad de subir los ingresos unitarios. Pero resultan caras, así que no debe dudarse por un momento.

La primera impresión no significa necesariamente recorte de lo básico en un crucero. Se nota una cuidada intención en no mostrar el mini, como un relleno, sino algo que se asemeja a un crucero tradicional. Me acosté con muy buenas vibraciones.

El sueño hizo que pasase totalmente por alto, el resto de la típica noche italiana, con la elección de mister crucero. ¡¡¡Que no, que no¡¡¡. No tenía la mínima intención de presentarme. El Golfo de León seguía tranquilo, la silenciosa cubierta 5, la luz de la luna sobre las aguas, el cómodo colchón hizo que durmiese como un bebe.

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