Jardi de ses bruixes

 Menorca es una dulce isla. Plácida y tranquila, y Mahón una urbe parada en el tiempo en donde todavía se respira un aire intemporal y melancólico entre sus callejuelas, y sus palacios. Cuando hay un lugar tan perfecto, buscas minimizarte con él. En la calle San Fernando 26, en una antigua casona de 1812, pude encontrar un verdadero jardín del Eden.

 

 En el competitivo mundo, de los hoteles boutique, en donde hay dosis enormes de artificiosidad, y falso postín, el pequeño Jardi de Ses Bruixes es un lugar que deja huella. Detrás de este delicioso establecimiento, de solo ocho habitaciones, está la tenacidad y buen hacer de dos emprendedores Anja y Nando sus propietarios. En cada esquina, podemos ver que corre la sangre artística por sus venas. No sé cual es su objetivo, en mi caso, me sentí como el invitado en la casa de unos amigos ricos.

 

 

La planta baja, en donde todavía se conserva suelos, enlosados, mosaicos, puertas antiguas, y techos altísimos, encontramos los salones. Poco diferentes a un tradicional salón de una casa «bien». Muebles de madera, antiguedades, detalles en cada esquina, ofrecen un cuidadoso ambiente tradicional. Un café muy vintage, nos ofrece una deliciosa selección de tartas caseras, un salón-restaurante conserva elementos tradicionales cerámicos, lámparas de cristal, y la vista a un hermosísimo patio jardín, en donde además de sus mesas, se puede disfrutar de un placentero salón de té en la planta superior.

 

Habitaciones

 

El hotel quiso crear cuatro categorías básicas. Entre techos altos, y una ecléctica mezcla de diseño de vanguardia, minimalismo menorquín, y elementos tradicionales de casona tradicional, encontramos techos altísimos y dimensiones tan generosas, que siempre sentiremos el espacio. Hay habitaciones, confort, gran confort, gran confort con terraza, y una estándar. Siempre la prueba de fuego es ir a las habitaciones más básicas.

 

 

La estándar es la opción menos costosa. Es la número 7, en un lugar que previsiblemente ocupaba la buhardilla de la casona palacio. Como un refugio perfecto es coqueta, y muy amplia.

 

Obsesivamente blanca, hay ligeros toques de toques marfil, algún despistado tono aguamarina en alguna manta, o puf, y muebles de madera maciza. El baño está integrado con una lujosa bañera, que nos ofrece tardes de relax. La equipación es perfecta. Encontraremos:

 

-Tetera 
-Minibar con aguas premium
-Frutos secos
-Cosméticos ecológicos de calidad
-Paraguas, y servicio de lavandería
-Secador de pelo en una coquetas cajas para minimizar su impacto visual 
-Pantalla plana de televisión
-Chimenea
-Aire acondicionado
-Wifi gratuito. 

 

La clave es modernidad, elegancia y sostenibilidad ecológica, con el poder de las buenas cosas de toda la vida. Pasión por los detalles, como las llaves de la luz antiguas. Recomiendo la habitación Gran Confort 8. Sobran las palabras. Desde el último piso podemos acceder a un precioso solarium con unas vistas excepcionales al casco histórico de la ciudad.

 

 

 

Cosas que no me han gustado especialmente

 

Pocas. La perfección no es absoluta. Valoro lo sencillo, pero los blanquismos tonos de todo, resultan a veces asépticos. Faltan detalles en las paredes, y quizás alguna tonalidad de contraste que rompa el niveo ambiente. Cuestión de gustos supongo. Los suelos de «cemento» en la habitación estándar, aunque muy «glam» y de tendencias, dan una sensación de suelo de obra, al igual que la ducha que es especialmente espartana. Falta bidé.

 

Otros detalle sería, el desayuno no está en carta escrita. Cierto que se puede desayunar a cualquier hora, pero las opciones ofertadas fueron escasas aunque las tartas caseras son enloquecedoras. La recepción cierra los domingos por la tarde, y accedes con clave. Da la sensación de estar en una casa fantasma en donde debes llamar a un teléfono si hay un problema.

 

La última sugerencia, es la política de cancelación. Normalmente se puede, en cualquier establecimiento hotelero cancelar con un par de días sin costes, salvo las habitaciones de «oferta» no reembolsable.

 

En Jardi de Ses Bruixes las condiciones son leoninas. Sin gastos cuando lo haces con más 30 días; el 30% entre 30 y 22 días antes; el 50% entre 22 y 15 días; de 15 a 8 días el 75%. Menos de 8 días antes, el 100% de cargos.

 

Más detalles. 
Jardí de ses Bruixes Boutique Hotel
San Fernando, 26 – 07702 Mahón (Menorca)
T. +34 971 363 166
M. +34 638 209 485

info@hotelsesbruixes.com
http://hotelsesbruixes.com/es/

Tarifas desde 100 euros hasta…..¡no mires agosto¡ :-). Menorca es una isla cara. Y hay que evitar julio y agosto a toda costa.

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