Cinco visitas esenciales en Newcastle

Y el viaje lleva  desde Liverpool a Newcastle. Del Canal de San Jorge al Mar de Norte. Nunca dos ciudades compartieron el mismo pasado, presente y futuro. Dos extremos del mismo polo. Ciudades cuna de la industrialización, que sufrieron un progresivo abandono, y surgieron como aves Fénix a finales de los 90, mudando de fisonomía. Es como dos caras de la misma moneda.

Tras llegar, necesitaba un hotel con un cierto fundamento. De esos netamente victorianos con suelos de madera que crujen, pomposo, que conoció tiempos mejores, tremendamente históricos. Supongo que me sigue gustando seguir empapándome del destino, incluso cuando duermo.

Me pregunté cuando subía por las escaleras de «rancio palacio» del Hotel Royal Station, si tendría algún fantasma en sus esquinas. Tenía toda la pinta. Tras empaparme de una Newcastle Brown Ale en un pub tradicional, dormí tan bien, que no noté presencias espectrales de ningún tipo. Y eso que la cabecera de mi cama prometía.

Unos ciertos rayos de sol permitían contemplar la Newcastle, en su día una de las ciudades más determinantes de Inglaterra, comparable a Londres, Liverpool, Manchester o la propia Glasgow. Hoy el viejo icono del puente de hierro más antiguo de Inglaterra, sobre el Tyne que sobrevuela el casco histórico, nos indica el grado de poder industrial de la ciudad.

Fundada como asentamiento romano, en el siglo V fue capital del reino de Northumberland por los anglosajones. Su relevancia despunta porque fue parte esencial de la revolución industrial más activa del mundo. Minería, astilleros, industria textil la convirtieron en una de las más florencientes de Europa. El desmantelamiento de sus sectores desde los 30 a 80 hicieron de Newcastle algo deprimido, anodino, e inhóspito. Las cosas cambian y tiene ciertas dosis de encanto post industrial.

La actualidad la ciudad vive un renacimiento inusitado.

CINCO VISITAS ESENCIALES:

MODERNIDAD

Y para eso tendríamos que acudir al corazón de la ciudad. Cierto que hay arquitectura moderna por cada esquina, pero la rehabilitación de las degradadas riveras industriales, está convirtiendo la zona en algo espectacular. No solo nuevos puentes como el Milenio, sino también, por ejemplo, la conversión de una antigua fábrica en galería de arte y museo como el caso del Baltic Art Centre. El Gateshall o también llamado armandillo es símbolo de una ciudad con ganas de mirar al futuro.

TRADICION

La ciudad de Grainger. Uno de los arquitectos que dejó su impronta en la ciudad, con edificios neoclásicos. Junto al mecenas de la ciudad, Earl Gray (el Conde de Gray); ¡¡si el que inventó el té del mismo nombre¡¡. Por desgracia en la ciudad domina mucha arquitectura fea, setentera, y sobre todo anodina, que se produjo en los desmanes urbanísticos de los sesenta y setenta.

Barrios enteros fueron derruídos para levantar por ejemplo Eldon Square, y el centro comercial del mismo nombre. Sin embargo, lo poco medieval que queda se concentra en el castillo de Newcastle, a los pies del famoso puente, y la bellísima Grey y Cumberland Street. Hay que visitar la Catedral de San Jorge. Una de las más antiguas de la ciudad.

MUSEOS

Es una de las apuestas de futuro de la ciudad. Como ocurre en Liverpool arte y entretenimiento son sus armas turísticas. La lista es bastante amplia. Comenzamos con el Museo Discovery que ofrece un perfecto ejemplo de toda la herencia tecnológica de la ciudad. Sobre todo el Turbinia, el primer barco de vapor del mundo. El de Antiguedades, situado en el Campus, nos ofrece objetos romanos muchos ellos encontrados en el Muro de Adriano.

De forma similar el Museo Shefton muestra una enorme gama de arqueología griega, romana y etrusca. Pero sin duda la estrella son el Life Science y Hancok. Ciencia e historia natural en el segundo caso. Uno que gustó especialmente es el People´s Museum of Memorabilia, en donde nos podemos imaginar el esplendor de la vida victoriana de la ciudad.

PUENTE DE NEWCASTLE

Desde los primeros puentes romanos, el altísimo puente de metal de Newscastle es el puente más antiguo, y emblema de la industrialización de la urbe, cuando el tren volaba por encima del casco histórico. Desde el primer puente romano a otro de piedra destruído por una riada en el siglo XVIII.

Se planea algo colosal, grande, poderoso y duradero. Diseñado por Mott Hay & Aderson, y plasmado por otros arquitectos, es abierto en 1928 para salvar la pendiente que representaba el río hacia la estación de tren.

Hoy en día es todavía un símbolo colosal y la estructura más alta de la ciudad.

UNIVERSIDAD

 Debido a su pasado industrial, la universidad es una institución acreditada. Situada en el centro de la ciudad, todavía conserva algunos edificios antiguos y especialmente imponentes. Es un placer perderse por sus esquinas, caminar por su cuidada hierba y mezclarse con los estudiantes, o tomar algo en los café de diseño del entorno de una de las universidades técnicas más importantes del país.

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