St Maarten……por casualidad

Hay dos tipos de modelos crucerísticos. Saint Barth’s, que no tiene puerto de cruceros y se mantiene impoluto con una pista de aviación de pequeños aviones de hélices y St Maarten o St Martin, con decenas de barcos de gran porte entrando cada día, y vomitando miles de cruceristas.

Por efecto del fuerte viento, nuestro capitán a bordo del Silver Wind, cancela la escala de Saint Barth´s y decide poner rumbo alternativo a Saint Maarten. ¡oh no¡. La verdad que no me gustó nada la decisión. Las tormentas cambian planes, y hacen que los barcos llegar a lugares no planificados. Quizás es lo que ocurrió en 1493 en el segundo viaje Cristobal Colon, cuando descubre esta isla. Nunca suscitó demasiado interés, y Franceses y holandeses se repartieron la isla viviendo de forma pacifica hasta el momento.

A 240 km de Puerto Rico, St Maarten se ha convertido en el prototipo, de lo que nunca, una isla del Caribe debe convertirse, con relación al turismo masivo de cruceros. La única en la que a mí personalmente, «a priori», no me gusta nada tocar.

Esa mañana las cosas no iban a ser diferentes. Después de llegar, salgo a la terraza del Silver Wind, y veo a mi alrededor, 7 inmensos barcos de cruceros, que empequeñecen a nuestro pequeño protagonista. Mirando al puerto, miles de personas caminaban hacia la pequeña capital, llamada Philipsburg. Básicamente de 1327 habitantes, de los que el 13% habla español.

A pesar de dos lagunas interiores (Simpson Bay y otra pequeña laguna detrás de la capital de la parte holandesa), la isla es un secarral; pero….¿Que se puede hacer en la isla?.

Refugiarse en un resort como Kkao en Orient Beach.

Uno de los lugares más chic de la isla, en la zona francesa, Orient Beach es un inmensa playa ocupada por varios resorts. Su función es ofertar todos los servicios de playa que alguien pueda necesitar. Tumbonas, sombrillas, facilidades para practicar deportes acuáticos, baños y duchas, y usualmente una especie de snack-bar en donde se ofrecen comidas bebidas y todo tipo de necesidades para nuestra estancia en estos Resort privados. En nuestro caso pudimos degustar, en mesas encima de la arena, un almuerzo basado en costillas con salsa local y patata asada, en donde tenía una curiosa salsa aderezada con coco.

MAHO BEACH

Desde el puerto de crucero hay autobuses al aeropuerto de la isla, que pasa de ser aparte de una playa, el paraíso perfecto para los amantes de los aviones. No solamente los frikis de la aviación sino cualquier tipo de personas. Maho Beach se encuentra al final de las pistas del aeropuerto de la isla, y su particularidad es que los aviones pasan tan pegados a la playa que prácticamente puedes estirar una mano y tocar los trenes de aterrizaje de las grandes naves en su aproximación al aeropuerto. Es una de las atracciones más importantes de la Isla. Hay buses desde el puerto, pero a la terminal. A la playa, un taxi te costará pocos dólares.

PHILIPSBURG

A un par de kilómetros, literalmente, del puerto de crucero se encuentra la capital de la isla. Aunque usualmente está atestada de personas, adquiere un toque especialmente encantador al atardecer cuando los bancos se van.

Esta pequeña ciudad con aires semi-coloniales, ofrece aparte de dos edificios de madera destacados como los juzgados, y la pequeña catedral; una larga calle de exclusivas boutiques, pero para mí, lo más encantador es su playa urbana, en donde, aparte de sus terrazas y de sus vistas podemos deleitarnos con parques de palmeras prácticamente encima de la playa, y que son ideales para relajarnos.

MARIGOT

De Zerokarma de en.wikipedia.org, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3829615

Marigot es la capital de la parte francesa, escrita St Martin frente St Maarten. Es territorio europeo, con todas las ventajas del mercado único. Es el lugar donde viven casi todos los nacionales de la Unión Europea. La capital  no se parece en absoluto a la de la parte holandesa.

Este coqueto enclave, es muchísimo más local y encantador. Nos recuerda especialmente, a un pequeño pueblecito de la Riviera francesa, con influencias caribeñas trufadas en un entorno mucho más tranquilo y en donde no llegan los barcos de cruceros.

Podemos disfrutar de una recóndita Marina, casitas de madera, con flores y balcones. Mercados encantadores, y cafés y tiendas franceses, perfectas para comprar perfumes y compras francesas a muy bajo precio.

DATOS BASICOS

El puerto es un macro-complejo con todo tipo de instalaciones. Desde tiendas, bares, agencias de excursiones, taxis, taxi naútico al centro de Philisburg, estación de autobuses etc. Además ferries a las islas cercanas de Saint Barths, Anguilla y Saba. Entornos más tranquilos y unos minutos de ferry. Lo ideal es alquilar un coche. Buses de colores para visitar la isla, o música amenizando a los recién llegados. Encima no hay wifi gratuito, sino un lugar detrás de la oficina de turismo, en donde puedes conectarte tras pagar unos 4 dólares. Nada es gratis en St Maarten. 

Los taxis están regulados y no suelen dar problemas. Justo enfrente de la la salida del puerto, está la oficina de turismo. Aunque fuertemente vinculado a Holanda, la llamada parte «holandesa», es independiente, con su moneda propia (florín antillano neerlandés), aunque dólar y euro circulan libremente. 

 

EN LA RED

 http://www.stmartinisland.org/ (parte francesa)

http://www.vacationstmaarten.com/#/ (parte holandesa).

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